Durante las tres próximas entradas, vamos a hacer un
recorrido por tres tipos de contratos laborales que han sido introducidos en
los últimos años, especialmente tras la reforma laboral, y que tienen como objetivo fundamental fomentar la
contratación por parte de PYMES y autónomos.
La idea que subyace de estas modalidades contractuales es
del todo punto lógica, puesto que, según el Informe “Retrato de las PYME”
elaborado por la Dirección General de Industria y de la Pequeña y Mediana
Empresa (http://www.ipyme.org/Publicaciones/Retrato_PYME_2013.pdf),
en 2013 el 99,88% del tejido empresarial estaba constituido por PYMEs (empresas
de menos de 250 trabajadores), mientras que las microempresas (compañías entre
0 y 9 empleados) suponían el 95,5% del total de empresas.
Qué duda cabe, por tanto, que resultan precisas
herramientas para que las PYMEs y, muy especialmente las microempresas y los
autónomos, tengan incentivos a la hora de contratar empleados puesto que, en
definitiva, el gran motor que podría disminuir el desempleo en España sería,
claramente, que estas empresas y autónomos comenzaran a contratar.
Una de las medidas en el ámbito laboral (dejamos de lado
aquellas propiamente económicas o coyunturales) y, si bien no la única (ni
quizás la mejor), pasa por establecer incentivos a determinadas contrataciones que
reúnan una serie de requisitos.
Así, se han creado los siguientes contratos durante 2012
y 2013 de fomento de la contratación para PYMES y autónomos:
- Contrato de apoyo a los emprendedores.
- Contrato de un joven por microempresas y trabajadores autónomos.
- Contrato de nuevos proyectos de emprendimiento joven.
Pasaremos, por tanto, a hacer un breve estudio de estas
modalidades durante la semana que viene, comenzando por la entrada de mañana
lunes.
photo credit: MyTudut via photopin cc
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